Maridajes Punkis: Vinos de Lujo con Comida Basura

Si has visto la película Sideways, recordarás la escena en la que Miles, tras perderlo todo, decide abrir su preciado Cheval Blanc 1961... en un McDonald’s, sirviéndolo en un vaso de cartón. Esta icónica escena nos enseña que no necesitamos momentos perfectos para disfrutar un gran vino. ¡Así que vamos a romper las reglas y maridar algunos de los vinos más legendarios con comida basura! ¿Estás listo para estos maridajes punkis?

Escucha el episodio completo aquí:

Marqués de Riscal 1964 y Ruffles de Jamón

Empezamos con el icónico Marqués de Riscal 1964, una de las mejores añadas de Rioja. Este vino, aclamado por críticos como Robert Parker, ha envejecido maravillosamente, ofreciendo notas de moras, clavo y hierbas como el tomillo. (Escucha su historia completa en el podcast)

¿Con qué lo maridamos?
Con Ruffles de Jamón, las chips que nunca han visto una pata de jamón en su vida, pero logran engañar al cerebro con su combinación de glutamato y aldehídos. La textura crujiente y grasienta de las Ruffles encuentra un contrapunto en los taninos refinados del Riscal, creando un choque fascinante entre lo sublime y lo decadente. ¡A disfrutarlo, Camaleón!

Krug Rosé y Pantera Rosa

Seguimos con el espectacular Krug Rosé, el champagne rosado de más prestigio en su categoría. Con una mezcla de vinos reserva y un envejecimiento que le aporta una complejidad inigualable, este champagne nos sorprende con aromas de fresas, grosella y especias.

¿El maridaje?
Un Pantera Rosa. Sí, ese pastelito industrial de 460 calorías y un rosa chillón gracias al E129. Aunque parece un contraste absurdo, el Krug Rosé corta la dulzura densa del Pantera, refrescando el paladar con sus burbujas finas y elegantes. Un maridaje tan loco como irresistible.

Barolo Monprivato 1970 y Kebab del Paqui de la esquina

El legendario Monprivato Barolo 1970, con sus notas terrosas y frutales, es uno de los Barolos más aclamados de la historia. Este vino de viñedo único ha mantenido su frescura y complejidad a lo largo de las décadas.

¿Qué le ponemos al lado?
Un kebab del Paqui de la esquina, el rey de la comida rápida procesada. La acidez brillante y los taninos del Barolo actúan como un limpiador frente a la grasa y especias agresivas del kebab. Sorbo tras sorbo, el Barolo eleva esta comida rápida a otro nivel, creando una experiencia sensorial sorprendente.

Conclusión: El Placer de Romper las Reglas

Ya lo ves, Camaleón, no necesitas una cena gourmet ni un evento de gala para disfrutar de vinos legendarios. Estos maridajes punkis demuestran que, con un poco de rebeldía, puedes disfrutar lo mejor del vino en las circunstancias más insólitas. ¿Tienes un vino guardado? ¡Ábrelo ya!